Pequeños Tiranos


Hablaba Ina el otro día en su blog sobre la sentencia a los 2 jóvenes que prendieron fuego a una indigente en un cajero. Una condena de 17 años, y al 3º implicado, un menor (tuvo la suerte de tener sólo 17 años, como si a esa edad no se supiera lo que se hace...) a 8 años. 4 internado en un centro de menores y los otros 4 en libertad vigilada. Estos jóvenes no se habían criado en un barrio marginal ni en una familia desestructurada, ni nada parecido. Eran chicos de familias acomodadas, que habían tenido todo lo que habían querido, y simplemente hicieron eso porque la mujer olía mal...


Hoy en el trabajo estábamos comentando esto cuando nos vino a la mente la historia de un chico que estaba en el colegio donde yo trabajo y que , para nuestra suerte, este año ha cambiado de centro. Os voy a contar sólo una de las numerosas cosas que hizo mientras estuvo estudiando en este colegio y que ocurrió el curso pasado. Os sitúo, el chico ahora debe ir en 2º de EGB, así que esto ocurrió cuando iba en 1º, con 6 añitos. Llevaba desde párvulos en el colegio.


Como casi siempre su monitora lo dejó castigado porque se había comportado mal en el comedor, así que cuando salió al patio la sala de los juegos ya se había cerrado. Pero el quería una pelota para jugar, así que ni corto ni perezoso el chico se fue hacia los niños de 6º a quitarles el balón. Para conseguir la pelota le dio un puñetazo en la barriga a uno de los mayores, con la suerte de que el chico era un buenazo y no estampo al angelito contra el muro.


Consecuencias: el colegio lo expulsó una semana. Su familia....Bueno, su madre decidió castigarlo esa semana llevándoselo a comer a hamburgueserias, a comprar juegos para la consola....


A la semana volvió, y el primer día se comportó muy bien, pero el segundo día le dio otro puñetazo, esta vez en la nariz, a una niña simplemente porque le había pillado mientras jugaban. Por estos motivos y por lo ocurrido con su hermana (un año mayor que él) la psicóloga-orientadora decidió hablar con la madre, que es profesora en el centro, y no es mala. En su clase sabe como imponer la disciplina, pero a sus hijos. Yo he visto como su hijo la llamaba repetidas veces puta y ella simplemente se reía, o tirarle la ropa a un charco de agua porque el chico estaba enfadado. He visto como le pedía que el chico que se bajara del techo del coche, como rogandole, mientras el chico daba saltos en él...Y muchas más cosas. La madre te decía que lo estaba llevando a un psicólogo infantil, pero sinceramente, no se veía en él mejora ninguna. Algún día os contaré lo que que hizo la hermanita y que tuvo como "castigo" la compra de una Nintendo DS rosa.


9 gotas de lluvia:

    Me pregunto muchas veces cómo es que nuestros abuelos analfabetos y nuestros padres curreles fueron capaces de criar hijos más sanos y normales que toda esta generación de licenciados. Fíjate, una madre maestra! Y buena, además. Sabe imponer la disciplina en su clase, pero se ríe si su propio hijo la llama puta. Encantador.

    Seguramente ella quiere ser una buena mamá, no traumatizar a su nene, que su nene piense que su mami es la mejor. Seguro que lo que quiere es evitarle frustraciones, convencida de que así hace feliz a su hijo. Su hijo, seguramente, será un tirano desgraciadísimo, porque la vida, así son las cosas (y una chica con estudios y dos dedos de frente debería saberlo), está llena de frustraciones y nos dice que "no" millones de veces.

    Este niño, al que seguro ella educa con la mejor intención, se deprimirá terriblemente la primera vez que la vida le niegue algo. No habrá adquirido herramientas para enfrentar esa situación. Ahora patalea cuando se enfada, o da tortazos. Quizá mañana le meta una paliza a una chica que le rechace, o le sacuda a su madre cuando le niegue la moto. Será una persona frustrada, infeliz, amargada... seguramente violenta y poco racional, tremendamente inmadura, apática, quejica... un consentido, sin más.

    Entiendo que los padres quieran evitar en lo posible el sufrimiento de sus hijos, lo que no entiendo es cuánto se mete la pata en ese sentido. La vida es dura y jodida, nadie regala nada. Les están educando en un limbo de caprichos que la vida no mantendrá para ellos. Creen que les hacen un favor, pero es todo lo contrario. Seguramente se darán cuenta tarde y de la peor manera, y se preguntarán qué hicieron mal.

    Entendemos muy mal eso del amor últimamente. El amor no es consentirlo todo. Es preparar a los críos para lo que vendrá, enseñarles lecciones útiles para la vida, ponerles límites, educarles para que sean personas maduras, responsables, luchadoras, y lo más felices que puedan. Darles herramientas para la vida. Suena difícil que te pasas, pero joder, nuestros abuelos y nuestros padres lo hicieron. Señal de que, difícil o no, se puede. Digo yo.

    (Hala, el rollo que te he solt-ado!!!)
    ;)

     

    A lo mejor quien necesita ir al psicólogo es la madre y no el niño, o quizá los dos. Estoy plenamente de acuerdo con lo que ha escrito Lenka. Además resulta curioso como a veces las profesionales de la enseñanza que son madres saben manejar a la perfección a los crios en las clase e inculcarles disciplina como parte integrante de la educación pero luego con sus hijos se ven impotentes para hacer lo mismo. Conozco casos parecidos, aunque no tan graves y es algo que me resulta bastante curioso. Supongo que los sentimientos les juegan una mala pasada a esas madres.

     

    Pues sí, opino como Len y Cel. Algo tiene que estar pasando para que esa madre actúe así.
    No le hace ningún favor regalándole a su hijo consolas, o llevándolo a hamburgueserías cada vez que hace algo malo en el colegio, porque lo que consigue así es malcriarlo, y que el niño viendo que le compran tantas cosas, vuelva a hacerlo.
    Como dice Cel, los sentimientos le juegan mala pasada a esta madre.

     

    Llegando después de Len poco queda que añadir, salvo remarcar lo triste de situaciones así.

     

    Yo es que a veces lo flipo!!que es un niño de 6 años!!!!!!que son como cachorros!!

     

    Yo también conozco casos de excelentes profesores que fracasan estrepitosamente con sus hijos. Es difícil de entender. O puede que la disciplina en el colegio haya que sentarlad e una manera y en casa de otra para que funcione.

    De todas formas ¿no estamos criando niños de mantequilla? A nuestra generación nos caía un zapatillazo si nos pasábamos. O si te caía una bronca en el cole, mejor no ir con el cuento a papá, porque te caía otra fijo.

    Eso de que cualquier chuminada traumatice a los niños me parece una gilipollez. Los niños tienen que aprender como es la vida, y la gente por ahí fuera no se anda con paños calientes. Hay que saber encajar un No.

     

    Exacto. Es lo primero que la vida les va a enseñar, así que, para qué tanto miramiento? Para criar flojos malcriados incapaces de asumir el menor obstáculo. Llorones. Lo dicho, flaco favor!

     

    Veo que estamos de acuerdo todos, que un poco de disciplina nunca viene mal. Yo siempre he dicho que se puede ser amigo de tus hijos, pero hay momentos en los que debes actuar como padre, y es ahí donde se falla. Muestros padres nos criaron sin una "guia", lo hicieron como mejor supieron. Y yo creo que no les hemos salido tan mal.

    Hasta hace bien poco psicólogos y psicopedagogos hablaban de que a los niños no hay que darles responsabilidades (a mi hermano le pidieron permiso a mi padre, por si le parecia mal, si le mandaban deberes, porque a los "expertos" les parecía ridículo que los niños se llevaran trabajo a casa, que les daba estres).

    Ahora llevo una temporada leyendoa estos mismos psicólogos diciendo lo contrario, que hay que darles responsabilidades, y de vez en cuando alguna negativa, para que vean que no todo e la vida es posible, que no hay que darles todo lo que piden. Cosas que nuestros padres o abuelos hacía simplemente por lógica e instinto.

    Gracias a todos por los comentarios.

     

    Yo siempre he pensado que como en todo en esta vida, la clave está en el equilibrio.
    No se puede ser tolerantes hasta la naúsea con los pequeños monstruitos ni imponerles disciplina castrense.
    El amor no está reñido con la firmeza y es triste que precisamente un ejemplo de persona a quién le confiamos nuestros propios hijos dé tan mal ejemplo; cómo para pensarse si queremos que siga siendo la maestra de nuestros nenes!!!.

     

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