lunes, 2 de agosto de 2010
by Ado
Sinceramente, no se como empezar esta entrada. Desde hace tiempo tocaba hablar del Mundial, y de como es posible que 4 cadenas de televisión estuvieran emitiendo durante 9 horas sobre el mismo tema repitiendo una y otra vez las mismas imágenes, sólo por un partido de fútbol (y lo dice una que ha seguido el mundial y sabéis que le encanta ver deportes, pero ¡¡¡9 HORAS!!!) por lo visto no pasaba nada más por el mundo. Vale que se ganó el Mundial, pero no era necesario estar viendo a los chicos en un bus todo el rato, la verdad...Pero no, de eso no voy a hablar. Tampoco de la
Eurocopa sub 19 y de lo gran futuro que les espera a esos chavales. Quizá del verano, pero tampoco. Ahora mismo lo que me preocupan son mis 2 bichos, padre e hijo, y necesito desahogarme.
Era un verano muy bueno, eramos felices...hasta la semana pasada. Para ser más exactos, hasta el jueves de la semana pasada (29-7-2010), fecha nefasta para mí. Todos los que me conocéis sabéis lo que adoro a mi rata, y desde el pasado mes de Junio tenía en casa a la rata Jr, que finalmente hemos llamado Sandor, así que la familia se había ampliado. Todo era idílico...
Como os decía, el jueves Sandor se levantó con problemas para respirar. Lo bajé de urgencias a mi veterinario , le realizó pruebas y se lo llevó al hospital de urgencias que tiene con otros compañeros para realizarle más pruebas. Como era fin de semana, los laboratorios donde tenían que llevar las muestras (y las que yo recogí el fin de semana) estaban cerrados. Me llevé al perro algo más animado a casa, pero sin diagnóstico, hasta que hoy se le realizaran nuevas pruebas.
Así transcurrió el viernes, con el pequeñajo malito, pero lo bueno es que tenía ganas de comer, y estaba más animado que el jueves. Mientras el papi del bicharrejo estaba siempre preocupandose por el infante, es que mi Pherki es un sol....Hasta el sábado. El pequeño parecía más animado, pero el padre no quería comer, salir a pasear...Corriendo al veterinario otra vez de urgencia con el padre y a dejarlo allí hasta que le hicieran pruebas. Tenía 41.2 de fiebre. Imaginaos a mi y a mi hermana llorando como magdalenas, ¿cómo era posible esto?, nos dio por pensar de todo, incluso si los estaban envenenando. Pero no, ahí no terminó el sábado, la pastilla que le dimos al peque le produjo efectos secundarios, somnolencia y todo lo mejorado se fue para atrás.
Nos había mirado un tuerto, si vamos al río se seca, si ponemos un circo nos crecen los enanos...Así podríamos seguir con los dichos. Al final, a día de hoy lo que sabemos es esto:
Padre: Infección producida por la picadura de una garrapata ( que en la vida habíamos visto tantas como este año, y la protección puesta este año no ha funcionado). Con el tratamiento de antibióticos inyectables y orales se ve una gran mejoría. Ahora mismo está igual de impertinente que siempre. El veterinario que tiene que vigilarlo todas las semanas para comprobar como va el tratamiento para que no recaiga. Hay que pensar que mi rata es paciente geriátrico por su edad. Que al cogerlo nada más empezar, tiene muchas probabilidades de curarse, pero que el tratamiento con antibióticos va a ser largo.
Peque: Aún si diagnostico de que le ha producido esa bajada tan grande de hematocrito (tenía 11 cuando lo normal es tener 37, no me preguntéis las unidades) o sea que le ha producido esa anemia y la oscitis. En 48 horas estarán los resultados de las pruebas realizadas hoy. Pero que pensemos que dependiendo de lo que sea, (ya hay muchas cosas descartadas), existe la posibilidad de que tengamos que sacrificarlo, pero lo que a él le da esperanzas es que el perro tenga ganas de comer y beber.
Así que este verano no va a ser muy feliz para mi. Aquí os dejo una foto realizada el pasado martes cuando eramos felices en la ignorancia de lo que nos deparaba el futuro.
