El Camino de Vuelta




Todo comenzó aquí, con el caballo de Troya. Bueno, más bien casi. Este fin de semana he podido realizar uno de mis juegos favoritos...¿Qué habrá en ese camino?, ¿a dónde llevará?. Y la verdad que ha valido la pena, y eso que sólo dispuse de una tarde. ¿Qué hubiera descubierto si hubiera tenido todo el día?.
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Aprovechando que a mi hermana se le había roto su Cruz de Caravaca y que teníamos que celebrar que mi sobri, de 3 años, se había comido casi toda la comida durante la semana, decidimos ir comer a Caravaca. Allí en el restaurante, me encontré con este caballo. Bueno, más bien mi sobri me lo enseñó, pero no encontramos ni a Ulises ni a ningún griego más.
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Después de comer, yo quería ir al Campo de San Juan, en Moratalla, pero con la excusa que era tarde, que mientras llegabamos y tal se hacía de noche se decidió que no. Así que, al salir del restaurante decidí que no volvería por el mismo camino. Ya que no se iba a Moratalla, pues a ver otra zona de montaña que se veía cerca. Y siguiendo los caminos, vimos que se bifurcaba, así que tomamos el camino de subida, y esto nos llevo a la Ermita de la Encarnación. Allí se encuentran restos de un templo romano de orden jónico del siglo I AdC, construido sobre un templo Ibero. Hacía tiempo que quería ir, pero no sabía exactamente donde estaba, y fíjate las casualidades de la vida donde te llevan. No queda mucho salvo algunas columnas y la planta del templo.







Y también un aljibe.









Después de ver esto, bajamos y tomamos el otro camino de la bifurcación ¿y dónde pensáis que me llevó?





Pues a la Cueva del Rey Moro, situado en un desfiladero llamado El estrecho de las Cuevas. Y a sus pies discurre el río Quipar. La cueva tiene leyenda, ya que dicen que no se puede entrar porque está encantada para proteger sus tesoros. Es más espectacular vista en directo.





Este estanque o poza, está a los pies de la cueva. En directo estas cuevas parecen balcones...Y están llenas de murciélagos.





Y aquí, el río Quípar. Me dieron unas ganas de meter los pies...




Al continuar camino, siguiendo el río, en busca de la carretera principal para volver a casa, no encontramos este molino





Por todo el camino se veían almendros en flor. Un paisaje precioso.





Y ya, a punto de encontrar la carretera, vimos el atardecer sobre la sierra de las cabras...Como echaba de menos explorar caminos.



4 gotas de lluvia:

    Preciosos paisajes, Ado!!! Y si tienen historia mucho mejor.
    Besos.

     

    Pedazo de tarde de exploradores que echásteis, nena.
    Tú tienes que tener algún gen perdido de Juan Fernández, fijo.

    Preciosas fotos, por cierto. El Clon va a flipar cuando vea las de las cuevas, jeje.

     

    Que alegrias de paseos que das!! Ojala pueda ir alguna temporada por alli y me haces de guia!!

     

    La verdad que fue una tarde muy completa y divertida. Como he dicho, las cuevas son más espectaculares en directo, y tuvimos suerte de que el camino no estuviera inundado. No subí porque no llevaba calzado apropiado.

    Espero que la proxima salida no tarde tanto en ocurrir.

    Y Jose, de guia cuando quieras.

     

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